Get Back: los Beatles en su hora más oscura

El último concierto en vivo de los Beatles. 30 de enero de 1969.

Los años 60 no fueron felices en su ocaso: el 69 empezó en el Reino Unido con un accidente de avión con cincuenta muertos cerca del aeropuerto de Gatwick. Mientras tanto, los Estados Unidos se encontraban polarizados debido a la guerra de Vietnam y en consecuencia el día 6 proclamaron presidente a Richard Nixon; enemigo declarado de la emergente contracultura. El mundo entraba en sus «horas oscuras» y los angélicos hippies perdían poco a poco la esperanza en aquella canción de título «todo lo que se necesita es amor».

Julio Tovar

Jot down.es

Por aquellas fechas, en el suroeste de Londres, unos desangelados estudios Twickenham eran el escenario de otro día de rutina para cuatro músicos de Liverpool. Pilosos todos ellos, estaban cansados de tocar de manera interminable en un lugar herrumbroso e iluminado apenas por varios focos de colores vivos. A la hora de comer el bajista, Paul McCartney, pidió unas horas libres y entonces sucedió este intercambio insospechado con George Harrison, guitarrista principal de la banda:

George: Creo que voy a dejar…

John: ¿Qué?

George:… la banda ahora.

John: ¿Cuándo?

George: Ahora (…) Buscad un reemplazo. Escribid al New Musical Express y conseguid a unos cuantos.

La conversación acabó con un «corta» debido a su gravedad. Según otros testimonios, Harrison se despidió también con un malicioso «nos vemos en los garitos» que no presagiaba nada bueno para el devenir del grupo. Poco después, John Lennon, Paul McCartney y Ringo Starr comenzaron a improvisar de manera estridente convertidos en un trío rock en a lo The Who. La canción, el medley de 1966 «A Quick One, While He’s Away», decía todo sobre la impresión que les había causado esta inesperada marcha. Los rumores sobre esta brecha llegaron a informar que Lennon y Harrison habían llegado a las manos un poco antes, extremo que confirmó hará pocos años el productor del grupo George Martin al memorialista Philip Norman.

El malestar del guitarrista principal, que veía arrinconadas sus composiciones en estas sesiones con Lennon en pleno «bloqueo creativo», estalló ese 10 de enero. Tres días antes, el siete de enero, un George Harrison hastiado avisó que «probablemente deberíamos divorciarnos» a lo que un Lennon malévolo respondió «¿y quién se queda con los hijos?» y la conversación se coronó con McCartney dando el nombre de «Dick James» (el editor sonoro del grupo).

Vencidos por la salida de Harrison, Lennon llegó a especular sobre sí sustituirían a George por su amigo Eric Clapton:

John: Creo que, si George no vuelve el lunes o el martes, tendremos que pedirle a Eric Clapton que toque (…)

Ringo: ¿Por qué dejó Cream?

John: A Eric le encantaría tocar con nosotros. Dejó Cream porque son todos…

Ringo: Solistas.

John: Todos son solistas. Pero nosotros no lo somos. Él tendría libertad total para tocar la guitarra. Ahora, la cuestión es la siguiente: si George se marcha, ¿queremos seguir con los Beatles? Yo sí.

McCartney recordó que el comentario de Lennon era «medio en broma» y hubo de defender la reconciliación con su amigo de la infancia Harrison, según su testimonio posterior. Ese sarcasmo de Lennon se confirmaría por su petición de tener no solo a Eric Clapton, sino también a Jimi Hendrix o Tommy Marshall (¡un jugador de fútbol!) en unos ensayos que comenzaban a hacer aguas. En cualquier caso, Eric Clapton no habría aceptado tocar al ser «demasiado amigo» de George Harrison, según declaró muchos años después a la revista Mojo en abril de 1998.

Los Beatles se encontraban en una crisis casi final y que no hubo de solucionarse hasta varios días más tarde. Pero ¿quién decidió instigar este concierto? ¿Cuál fue el modelo que siguieron los Fab Four para estas sesiones fatídicas? (…)

Leer texto original completo: Get Back: los Beatles en su hora más oscura

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.