¿Argentina? ¡Maradona! … Un fragmento de lo que somos

Muchas razones, más allá de lo deportivo, convierten a Maradona en un héroe popular: su pasaje de la villa al estrellato internacional, la fidelidad y reivindicación de su origen plebeyo, su enfrentamiento a los poderosos … Maradona fue y será un emblema de lo argentino. Y no porque todos los argentinos y argentinas lo quieran. Más bien por lo contrario. Está claro que hay una parte de la población que detesta verse representada por él, que preferiría verse reflejada en alguien más culto, prolijo, sumiso y correcto. Más europeo y menos latinoamericano. Pero incluso en ese rechazo que genera, Maradona es buen emblema de la Argentina, de sus grietas, de su carácter dislocado, de sus rencores viejos, de su imposibilidad de responder de alguna manera estable y compartida la pregunta acerca de quiénes somos.

Ezequiel Adamovsky   Le Monde diplomatique

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¿Nos dirigimos al totalitarismo? ¿No estábamos ya ahí?

Si bien en sus orígenes el capitalismo significó una democratización de la vieja y rígida sociedad feudalista (el dinero aumentó la movilidad de los comunes), pronto se convirtió en un sistema neofeudal donde las sectas financieras y empresariales de unas pocas familias terminaron por concentrar y monopolizar las riquezas de las naciones, dominando la política de los países a través de sus sistemas democráticos e, incluso, prescindiendo totalmente de esta formalidad. ¿Quiénes votan a los dueños de los capitales, a los gerentes de los bancos nacionales e internacionales, a las transnacionales que se arrogaban y se arrogan el derecho de acosar o derribar gobiernos y movimientos populares en países lejanos? A esa larga historia de autoritarismo ahora hay que agregar la dictadura más amable y más sexy de gigantes como Google, Facebook, Twitter y otros medios en los cuales vive, se informa y piensa la mayoría del mundo.

Jorge Majfud

Alainet

El 11 de marzo de 1889, el ahora olvidado ex presidente de Estados Unidos Rutherford Hayes escribió en su diario: Seguir leyendo «¿Nos dirigimos al totalitarismo? ¿No estábamos ya ahí?»

Economía de Plataformas: Spotify la nueva Payola

Capitalismo De Plataformas

Las plataformas son un tipo de empresa que se caracteriza por proporcionar infraestructura para intermediar entre diferentes grupos de cliente que llaman usuarios. Al mismo tiempo, en su desarrollo, despliegan tendencias monopólicas impulsadas por efectos de red internet. Una de las características de estas empresas es que hacen uso de subvenciones cruzadas para captar diferentes grupos de usuarios. Para ello tienen una arquitectura central establecida que controla las posibilidades de interacción. Todas esas características hacen de las plataformas modelos de negocios claves para extraer y monopolizar datos. Las plataformas dependen de los “efectos de red” o “bola de nieve”, es decir, mientras más numerosos sean los usuarios que hacen uso de una plataforma, más valiosa se vuelve esa plataforma y concentra más poder en la negoción contractual con los artistas productores de contenidos. Por el efecto “bola de nieve”, tienen una tendencia intrínseca hacia la monopolización del sector en el que operan y a vincularse cada vez más estrechamente con el sector financiero.

Alfredo Moreno

Alainet

Las plataformas de streaming de libre transmisión (OTT) como Netflix, Amazon, Apple Music y Spotify generan modelos de negocios cada vez más concentrados en sus servicios basados en plataformas de software que conforman la nueva economía digital. Seguir leyendo «Economía de Plataformas: Spotify la nueva Payola»

No politizan la pandemia, infectan la política

Es político todo aquello que afecta a los intereses colectivos y merece o demanda, por tanto, una decisión de esa naturaleza. En consecuencia, sustraer del debate colectivo (de la política) lo que es de interés colectivo (político) equivale a evitar que la sociedad en su conjunto (la polis) pueda decidir (hacer política) sobre lo que le interesa, dejando así la decisión en manos de sólo unos pocos . La derecha española (pero no sólo ella sino la de casi todos los países) que defiende los intereses de los grupos oligárquicos que desean sólo más ganancias y libertad para obtenerlas y que no necesitan (o que creen que no necesitan) servicios públicos para satisfacer sus necesidades, ha optado por esta vía de expulsar de la política a la gente para conseguir lo que desean quienes la financian y controlan. 

Juan Torres López

Público.es

El hecho de politizar alguna actividad se suele entender habitualmente como algo negativo. Es lógico, si ese término se utiliza en el sentido estricto que le proporciona la Real Academia Española: dar orientación o contenido político a acciones, pensamientos, etc., que, corrientemente, no lo tienen. En este sentido implica, efectivamente, desnaturalizar aquello que se politiza. Seguir leyendo «No politizan la pandemia, infectan la política»

La pandemia, el delirio de la conspiranoia y la lapidación de la palabra

Con la pandemia, las ideologías de la conspiración tienden a difundirse con mayor intensidad debido al rapto de la palabra desplegado por la industria mediática de la mentira, la connivencia de los gobiernos y de los organismos internacionales, y a la generalizada ignorancia y la débil cultura ciudadana de las poblaciones (…) Ante este vacío, se gesta una orfandad ideológica que, en medio de la crisis ecosistémica y societal que entraña la pandemia, conforma ciudadanos ávidos de respuestas simplificadas y mínimamente convincentes. El mismo destierro del pensamiento utópico  coadyuva a los vacíos ideológicos contemporáneos en el contexto más amplio de la postración y derrota de la acción colectiva y de la capacidad de movilización de la sociedad.

Lecturas relacionadas:

Isaac Enríquez Pérez  Alainet

La pandemia no solo desnudó las múltiples miserias y flagelos de la humanidad , sino que brindó el escenario para vilipendiar y diezmar a la palabra. En medio de esta crisis, la construcción de significaciones se tornó un terreno minado y expuesto a las disputas propias de los senderos del poder y el ejercicio de la dominación. Seguir leyendo «La pandemia, el delirio de la conspiranoia y la lapidación de la palabra»

Entra en escena el monstruo. (Descargar)

Mike Davis. New Left Review

El coronavirus es la vieja película que hemos estado viendo una y otra vez desde que Richard Preston nos presentó en The Hot Zone (1994) al demonio exterminador conocido como ébola, nacido en una misteriosa cueva de murciélagos en África Central1 . Fue la primera de una sucesión de nuevas enfermedades que estallaron en el «campo virgen» (ese es el término apropiado) de los sistemas inmunes no experimentados de la humanidad. El ébola fue seguido pronto por la gripe aviar, que saltó a los humanos en 1997, y el síndrome respiratorio agudo grave o síndrome respiratorio agudo severo, también conocido por sus siglas en inglés sars (severe acute respiratory syndrome), que surgió a fines de 2002; ambos aparecieron inicialmente en Guangdong, el centro fabril mundial.

Hollywood, por supuesto, abrazó con pasión esos brotes y produjo una veintena de películas para excitarnos y asustarnos (Contagio, de Steven Soderbergh, lanzada en 2011, destaca por su ciencia precisa y su espeluznante anticipación del caos actual). Además de esas películas y las innumerables novelas horripilantes, cientos de libros serios y miles de artículos científicos han respondido a cada brote, enfatizando muchos de ellos el miserable estado de preparación global para detectar y responder a esas nuevas enfermedades. Seguir leyendo «Entra en escena el monstruo. (Descargar)»

Susan Watkins. Apalear a los bedeles (Descargar Texto)

Lectura recomendada: Feminismos en debate: en la dirección equivocada. Por las revistas: Lorna Finlayson

La escritura feminista a partir de la crisis se ha centrado especialmente en la connivencia de las políticas de género con el capitalismo corporativo. Aunque el feminismo liberal aún domina la esfera mediática, nuevas obras teóricas han adoptado un enfoque más crítico, pidiendo «que nos despidamos del feminismo de los consejos de administración», como en la estimulante Introduction, de Lorna Finlayson, para abrazar un «feminismo del 99 por 100 o abogando por el cambio social a gran escala como lo exigen las tecnoutópicas del xenofeminismo. A diferencia de estos planteamientos, Down Girl, de Kane Manne, adopta el rumbo opuesto, argumentando que la opresión que sufren las mujeres mas privilegiadas debería adoptarse como la base de un planteamiento filosófico más eficaz. Su libro empieza con las injusticias sufridas por Ivana Trump y por la exesposa de Steve Bannon y termina con una defensa apasionada de Hillary Rodham Clinton. Puesto a prueba en charlas impartidas en Harvard y Princeton, ensayado en The New York Times y The Huffington Post, Down Girl recibió elogios en The New Yorker y fue alabado en la London Review of Books por su «agudeza y precisión» y por su argumentación iluminadora y minuciosa. ¿Es así?

Susan Watkins   New Left Review 119

Crítica de Susan Watkins al libro ‘Down Girl’, de Kane Manne

A partir de algunas expresiones espectaculares de agresión masculina, Manne se pregunta por qué estos patrones de violencia misógina persisten en sociedades supuestamente pospatriarcales, como la estadounidense o su tierra natal, Australia. Pero Down Girl explícitamente no es una obra de sociología cultural, de historia, de antropología o de estudios de género. Seguir leyendo «Susan Watkins. Apalear a los bedeles (Descargar Texto)»

Kafka: Un artista de ley (Descargar Texto)

Lectura recomendada: Franz Kafka: El Proceso (Descargar Libro)

Kafka era jurista de formación y de profesión. En 1908, a los 25 años, dos años después de haber obtenido su doctorado en Derecho, comenzó a trabajar en el Instituto del Seguro de Accidentes de Trabajo del Reino de Bohemia, donde consagró toda su vida profesional a las labores de desarrollo de la legislación sobre el seguro obligatorio de accidentes de trabajo, adoptada por Austria-Hungría en 1887, tres años después de Alemania y once antes que Francia . Los especialistas en Kafka se encuentran divididos en cuanto a si su carrera de jurista fue un factor que le lastró o, por el contrario, le ayudó en la realización de su obra literaria.

Sus diarios y cartas nos ofrecen indicios que parecen respaldar ambas opiniones, lo cual no debe sorprender, ya que apenas hay una sola afirmación de su pluma que no sea reconsiderada inmediatamente desde otro punto de vista. Así, escribió que sus estudios jurídicos «consistieron en alimentarse espiritualmente de un serrín que, para colmo, miles de bocas habían ya masticado por mí», pero rápidamente añadía que, «en cierto sentido, eso era exactamente lo que le gustaba» . Esta forma de dar la vuelta a las cartas, sin detenerse en el primer significado de un hecho o símbolo, sino examinándolos siempre desde la perspectiva inversa, es el sello distintivo de la mente jurídica –o, más exactamente, del arte del proceso, que se rige enteramente por la regla del audi alteram partem: «escuchar a la otra parte». Seguir leyendo «Kafka: Un artista de ley (Descargar Texto)»

Un submarino que explotó, tropas extranjeras, bronca y furia en la Argentina

Rubén Armendáriz

Rebelión

Lectura recomendada:  La verdad sumergida

En primer lugar el gobierno del presidente Mauricio Macri deberá explicar a la población y al Congreso por qué estaban militares y científicos de la estadounidense Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) desde la segunda quincena de octubre y por qué llegaron a Ushuaia buques el 31 de ese mes, lo que es absolutamente ilegal. También debe explicar si ya estaban haciendo maniobras naves estadounidenses de la Cuarta Flota y otras que habían participado recientemente en Chile de un simulacro de desaparición y hundimiento de un submarino. Si en función de la búsqueda del ARA San Juan, Estados Unidos, que envió aviones Galaxy, estaría instalando una base militar y otra de control de ensayos nucleares en Tierra del Fuego, la llamada isla del fin del mundo, más despoblada ahora al cerrarse en los pasados dos años las fuentes de trabajo.

Dolor y mucha furia fue la reacción de los desesperados familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan, que desapareció en el Atlántico sur en la mañana del 15 de noviembre, cuando un jefe de la Marina utilizando un lenguaje científico les comunicó sobre un evento violento, singular, anómalo, corto y no nuclear consistente con una explosión.

Para los familiares de los 44 tripulantes la explicación sonó a burla, ya que la tragedia se resumía en una corta frase: el sumergible explotó. Y de allí los gritos y los insultos que no dejaron que se acabara de leer el informe en la base naval de Mar del Plata revelaron un profundo descontento que iba mucho más allá de esta tragedia, describe la periodista Stella Calloni.

El dato trascendental acercado a la Armada por la Organización del Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares confirmó las peores presunciones: el ARA San Juan sufrió un evento cataclísmico en plena navegación hacia Mar del Plata, a unas 30 millas náuticas al nornoreste de su último punto de contacto radiofónico, a más de 400 kilómetros de la costa patagónica, frente al golfo San Jorge. Seguir leyendo «Un submarino que explotó, tropas extranjeras, bronca y furia en la Argentina»