Tom Barry
Los ataques terroristas del 11 de septiembre alteraron de forma drástica la economía política tradicional de la inmigración. Los millones de inmigrantes indocumentados-aquellos que cruzaron ilegalmente la frontera o se quedaron después del vencimiento de sus visas-que estaban viviendo y trabajando en los Estados Unidos ya no se consideraban simplemente como una población fantasma o como mano de obra barata excedente.
En el debate público y político, los inmigrantes cada vez más eran definidos como amenazas a la seguridad de la nación. La categorización de los inmigrantes como amenazas a la seguridad nacional les brindó una nueva lógica unificadora a las operaciones gubernamentales tambaleantes que hacen cumplir las leyes de inmigración y de control de las fronteras, lo cual ha impulsado hacia adelante la represión de los inmigrantes.
La responsabilidad por la ejecución de las leyes de inmigración y el control de fronteras pasó del Departamento de Justicia al nuevo Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés). En el Congreso de EE.UU., tanto los demócratas como los republicanos apoyaron sin reparos una gran expansión del aparato de control de la inmigración del país-doblando el número de agentes de la Patrulla Fronteriza y autorizando la triplicación de camas en las cárceles para los inmigrantes.
Hoy día, después del cambio en el debate de inmigración, el presupuesto de más de $15 mil millones de DHS para los asuntos de inmigración ha alimentado una economía de represión de inmigrantes que ha fomentado grandemente la ya inflada industria penitenciaria. Incluso ahora, con la implosión de la economía, los inmigrantes se encuentran detrás de una de las industrias más rentables del país: son el sector de más rápido crecimiento en la nación de la población penitenciaria de EE.UU.
A través del país se están construyendo nuevas cárceles a toda prisa para albergar a los cientos de miles de inmigrantes capturados cada año. Los gobiernos estatales y locales están compitiendo entre sí para atraer a nuevas cárceles para inmigrantes como el elemento central de sus planes rurales de «desarrollo económico».
Mientras que DHS está echando a los inmigrantes de sus trabajos y hogares, las empresas estadounidenses dedicadas al negocio del suministro de camas en las cárceles están engulléndose de ganancias financieras a raíz de la represión de inmigrantes. Aunque es sólo un aspecto de la historia más abarcadora de la inmigración, todo es parte de la nueva economía política de la inmigración.
Gente peligrosa
En el nuevo contexto de seguridad nacional, los inmigrantes indocumentados no son sólo bandidos: Son «personas peligrosas» que amenazan a la patria.
Los dos organismos del DHS que participan en hacer cumplir las leyes de inmigración-la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) y Protección de Aduanas y Fronteras (CBP por sus siglas en inglés)-han experimentado aumentos en sus fondos de forma desproporcionada en los últimos años, duplicando su tamaño mientras que el total de los fondos del DHS se ha incrementado por sólo un tercio. La financiación de estos dos organismos aumentará por 19,1% en el 2009, mientras que el presupuesto global de DHS aumentará por sólo 6,8%. La caza de inmigrantes se ha convertido en una de las prioridades principales del DHS. Como dice el DHS, su misión es «prevenir los ataques terroristas contra la nación y proteger a nuestra nación de personas peligrosas».
Los inmigrantes atrapados en las operaciones de captura del DHS, en las redadas policiacas en los lugares de trabajo y por las patrullas fronterizas, fueron los «indicadores de éxito» que el Secretario del DHS Michael Chertoff señaló en su testimonio ante el Congreso el 18 de julio de 2008. Utilizó el aumento dramático en el número de aprehensiones y los «traslados» de inmigrantes como índice para mostrar que el DHS está teniendo éxito en su objetivo de «asegurar la patria y proteger al pueblo estadounidense».
Si bien el aumento del número de inmigrantes siendo arrestados, encarcelados y deportados claramente demuestra que el DHS está ocupado, no demuestran que el DHS está poniendo fin al terrorismo. Ni en sus testimonios ante el Congreso ni en sus comunicados de prensa el DHS jamás presenta pruebas que demuestran cómo el número de inmigrantes capturados mejora la seguridad nacional.
Un estudio realizado en el 2007 por el Centro de Acceso a Documentos Transnacionales (TRAC por sus siglas en inglés) de la Universidad de Syracuse encontró que no ha ocurrido ningún aumento en el terrorismo o en los cargos relacionados a la seguridad nacional en contra de los inmigrantes desde el 2001. De hecho, a pesar del aumento en las operaciones policiacas de Seguridad Nacional, más inmigrantes fueron acusados anualmente en los tribunales de inmigración de delitos relacionados con la seguridad nacional o el terrorismo en un período de tres años a mediados de la década del 90 (1994-96) que en un período comparable (2004-2006) desde el 11 de septiembre. Según el estudio del TRAC, «Una década más tarde, se entablaron cargos de seguridad nacional en contra de 114 personas, una disminución de alrededor de un tercio. Mientras tanto, para el mismo período, los cargos de terrorismo han disminuido por más de tres cuartos, con sólo 12».
Imponer el «régimen de la ley»
En vez de tratar la inmigración como la problemática socioeconómica compleja que es, DHS ha reducido la política de la inmigración a un sistema de crimen y castigo. Al aplicar la lógica simplista de derecho y orden propagada por aquellos con miopía política, DHS considera a los inmigrantes indocumentados no como trabajadores, miembros de la comunidad y madres y padres de familia, sino como delincuentes.
Dejándose llevar por las posturas de los institutos en contra de la inmigración y de las organizaciones asesoras de derecha, Chertoff llegó a DHS con una nueva interpretación de las operaciones del departamento en cuanto a la inmigración y el control de las fronteras: Un compromiso con un régimen normativo estricto para proteger al país en contra de terroristas extranjeros, y para reafirmar el «régimen de la ley».
En el periodo después del 11 de septiembre, el campamento miope se dio cuenta de que el mensaje en sus comunicados sobre la «ilegalidad» y «criminalidad» de los inmigrantes indocumentados adquirió una nueva resonancia. Procedieron a hacer más sofisticado el mensaje de «¿qué es lo que no entiendes acerca de ilegal?» con una mayor elaboración conceptual de la inmigración indocumentada. Los inmigrantes indocumentados ahora representaban una amenaza al «régimen de la ley» dentro de una nación que acababa de ser atacada por bandidos extranjeros.
Su nuevo lenguaje sobre la política de inmigración empezó a surgir por todas partes, desde los pronunciamientos de los grupos de derechos de inmigrantes hasta la plataforma del Partido Demócrata. En lugar de prometer una «vía merecida para obtener la ciudadanía», como lo había hecho en el pasado, el partido declaró que los inmigrantes indocumentados tendrían que «enderezarse con la ley».
De cara al futuro, Janet Napolitano, quien ha sustituido a Chertoff a instancias del Presidente Obama, aunque no es una mano dura en contra de la inmigración, parece estar dispuesta a adoptar la misma lógica de la ley y el orden. Como abogada, ex fiscal federal y gobernadora de Arizona que ha insistido en más control en las fronteras y respaldó una ley vigorosa de sanciones a empleadores, se puede esperar que Napolitano siga el ejemplo de Chertoff y el Partido Demócrata en insistir que las leyes actuales de inmigración sean aplicadas estrictamente «para reafirmar el régimen de la ley».
Los números de la detención de inmigrantes en EE.UU.
Inmigrantes agarrados por DHS en el 2007: 960.756
Detenciones por ICE ese mismo año: 311.169
Aumento en las detenciones desde el 2006: 21%
Presupuesto de DHS para la seguridad fronteriza & las fuerzas policiacas de inmigración: $12,14 miles de millones
Aumento por encima del presupuesto del 2008: 19%
Cambios desde que Bush asumió el poder: aumento de más del 150%
Dinero para las operaciones penitenciarias de ICE: $1.8 miles de millones
Número de nuevas «camas» que esto proporcionará: 1,000
Número total camas de ICE en el 2009: 33.400
Cuota promedio per diem para la detención de inmigrantes que se le paga a compañías privadas penitenciarias: $87.99
Fuentes: «Immigration Enforcement Actions: 2007,» Annual Report, Department of the Homeland Security Office of Immigration Statistics, December 2008; «DHS Announces $12.14 Billion for Border Security & Immigration Efforts,» Department of Homeland Security, January 2008; Leslie Berenstein, «Detention Dollars,» The San Diego Union Tribune, May 2008; «Summary: 2009 Homeland Security Appropriations» Committee on Appropriations, September 2008.
Los inmigrantes son un negocio
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