Crisis en EEUU: Imposible tapar el sol con un dedo

Vicky Peláez 

El color de la verdad es gris  (André Gide, 1869-1951)

 

En la percepción de los políticos estadounidenses, el color de la vida siempre difiere con la mayoría del pueblo. En plena recesión económica cuando miles de familias pierden sus casas, cuando diariamente 23,000 quedan desempleados, y el hambre les obliga a acudir a los refugios, están surgiendo voces que tratan de ocultar o disminuir esta inmensa verdad, como la del principal asesor económico del gobierno Lawrence H. Summers, quien dijo que “ya estamos viendo modestamente optimistas, signos de éxito del programa de recuperación económica del presidente Obama y el país va a salir de esta crisis, más próspero, más fuerte y más sabio”. 

Como de costumbre los medios de comunicación masiva ni se atrevieron a cuestionar este optimismo prematuro. Y si lo hubieran querido hacer no habrían podido hacerlo porque el neoliberalismo globalizado prácticamente anuló el periodismo de investigación en los EE.UU.. Solamente en los últimos 18 meses, de acuerdo a la Sociedad Americana de Periodistas (ASJ), 20,000 hombres de prensa fueron despedidos y en especial los más experimentados en el área de la investigación.

El público norteamericano, a merced de la información superflua y cómoda para los poderosos del planeta, quedó satisfecho con la explicación simplista que dio Summers sobre las causas de la crisis. Dijo que en los últimos años ‘hemos gozado de mucha gula y poco miedo; mucho gasto y poco miedo; mucho crédito y poca preocupación. Ahora tenemos mucho miedo y poca gula”. Parece que Summers insinúa que para salir de la crisis se necesita el retorno a la gula, pero esta vez en forma de un “espíritu emprendedor y búsqueda de nuevas oportunidades”

Los especialistas dicen que la situación actual es mucho más complicada de la que sufrió Norteamérica durante la Depresión Larga (1873-1896) y durante la Gran Depresión (1929-1940). La crisis actual no es solo financiera, sino abarca a todos los sectores de la economía mundial, afectando no solamente a los países desarrollados sino a las naciones amarradas a los centros del poder por los Tratados de Libre Comercio (TLC). Resulta que el único país inmune a la crisis es Corea del Norte que vive en su propio mundo socialista aparte del globalizado en que se mueve el resto del planeta.

Lo que tratan de acallar también los políticos es que la economía capitalista se mueve, de acuerdo al científico soviético Nicolai Kondratieff (1892-1938) en ciclos económicos de larga duración de una longitud aproximada de 45 a 55 años, alternando períodos de prosperidad y recesión-depresión. Se llaman “Ciclos de Kondratieff”. Este economista definió los ciclos económicos ascendentes y descendentes de 1780 hasta 1936. Posteriormente el economista ruso Andrei Kobyakov proyectó estos ciclos hasta 2045 llegando a la conclusión que a partir del siglo XX la duración de “ondas largas” se redujo en 10 años aproximadamente debido a la aceleración del progreso científico-tecnológico.

Las conclusiones de Kondratieff resumidas en su ensayo: “Las Ondas Largas en la Economía” publicado en 1935, fueron basadas en el análisis de 21 variables que incluían desde índices de precios hasta tipo de interés, niveles de salario, de producción, consumo exportación, importación etc. El primer “largo ciclo” comenzó de acuerdo a Kondratieff en 1780-1790 en dirección ascendente debido a la revolución industrial empezando su descenso en 1810-1817 hasta 1844-1851 cuando comenzó el segundo ciclo con la aparición de máquinas a vapor y ferrocarril. En 1890-1896 inició su ascenso el tercer ciclo con el descubrimiento del petróleo y construcción del automóvil. Duró hasta 1914-1920 empezando a descender hasta 1936-1940 arrancando otra vez su marcha hacia arriba como el cuarto ciclo con el avance de telecomunicaciones y la ciencia espacial. Se agotó en 1966-1971 descendiendo hasta 1980-1985.

En aquel período arrancó el quinto ciclo que nos tocó vivir bautizado como ciclo ascendente de la información e internet llegando a su cúmulo en 2000-2007 y de allí comenzó su descenso en forma trágica debido a la especulación financiera desmesurada que transformó la economía mundial en una pirámide de naipes. Para Kobyakov, esta crisis económica duraría hasta 2015-2020.

Desde esta perspectiva nos tocará vivir lo que el mismo presidente Barack Obama dijo recientemente: “una o dos décadas perdidas” con todas sus consecuencias, dificultades y tragedias. La consigna capitalista “sálvese quien pueda” no funcionará esta vez sin solidaridad humana debido a la magnitud de la crisis.

Argenpress.info

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