La vaca.org
Fue la acción artística en el espacio público más conmovedora de los últimos tiempos. Ciento veinte mujeres miran de frente -en silencio y en posición firme-los edificios que representan los tres poderes del país. Se paran frente a la Casa Rosada, Tribunales y el Congreso Nacional. Son 120, dijimos, y esa sola cifra impacta, pero los femicidios que se cometieron en lo que va del año son más: 133. ¿Impacta esa cifra? ¿Cómo? ¿Dónde? Son preguntas importantes para comprender el significado de esta acción. La necesidad de señalar que hay tres poderes del Estado que no reaccionaron y por eso este mensaje, escrito con los cuerpos y un grito estremecedor.
La acción comienza de a poco. Mujeres paradas frente a los edificios que representan a esos tres poderes. Una orquesta, conformada por otras doce mujeres, toca entonces música de cámara. Alertan así a los que pasan por la calle que algo está por suceder. Los atrapa.
Hombres y mujeres de paso quedan en silencio, mirando absortos lo que está por suceder.
Qué nos dijeron:
El golpe de un tambor marca el cambio en la escena. Las mujeres comienzan a desnudarse. Quedan expuestas al frio, a las miradas, a la interperie. Lentamente, de a una, de a tres, de a seis, vana conformando dos pilas de cuerpos inertes, rodeadas de otros cuerpos que se desparraman sin vida por la acera.
La voz de una mujer con megáfono comienza a recitar entonces un discurso que hilvana fragmentos de tres poesías – Nombremos a todas, de Paula Heredia (Córdoba); Otro sí digo, de Gabriela Robledo (Córdoba); India, Patricia Karina Vergara Sánchez (Méjico)- con datos extraídos de Taringa que informan algunos de los métodos que fueron utilizados para asesinar mujeres. El discurso se clava como un cuchillo en la garganta de quienes escuchan.