Corea del Norte aventaja tácticamente a todos los demás. Por Immanuel Wallerstein

Immanuel Wallerstein

La Jornada

Es evidente que Corea del Norte es hoy el régimen más impopular en el mundo. Virtualmente todos los otros regímenes harían cualquier cosa que pudieran para forzar a Corea del Norte a cambiar sus políticas, tanto en lo interno como a nivel exterior, en el sistema-mundo moderno. No obstante, no parecen ser capaces de hacer mucho respecto de las políticas de Corea del Norte –de hecho, casi nada.

¿Cómo ha hecho este régimen para ignorar todas las medidas punitivas que han votado e inclusive instrumentado las Naciones Unidas, China, Japón y Corea del Sur? La consideración básica de todos aquellos hostiles al régimen norcoreano es el miedo de lo que dicho país pueda hacer si se le presiona demasiado. Sin embargo, debemos distinguir entre el miedo hacia sus posibles acciones en lo interno y el miedo a sus acciones en lo exterior.

Corea del Norte está lejos de ser el único régimen que maltrate de muchos modos diversos a quienes se oponen a su régimen. Muy por el contrario. El maltrato a las fuerzas de oposición es una actividad cotidiana a lo ancho del planeta. Lo que distingue a Corea del Norte de todos los otros que maltratan a la oposición es la crueldad de la conducta de ese régimen. En la dinastía Kim, que ha durado tres generaciones, la que ahora detenta el poder, parece la más rauda en reaccionar, y a la última moda en lo que a lidiar con la muerte se refiere. Esto puede interpretarse como un signo de la inseguridad del régimen. No importa. Sea cual sea el motivo, parece una realidad que conduce a sus vecinos a no provocarle más Seguir leyendo «Corea del Norte aventaja tácticamente a todos los demás. Por Immanuel Wallerstein»

La historia del imperio Benetton, el dueño de la Patagonia

Por Claudia Ferri para La Izquierda Diario.

Luciano Benetton es el propietario de tierras más grande del sur argentino. ¿Cómo construyó su imperio económico?, ¿por qué el Estado argentino y la Gendarmería lo defienden?

Patagonia es la región más extensa del país y también es la que mayor concentración de tierras tiene en pocas manos. Formada por enormes campos planos y bellos paisajes trasandinos fue repartida sin ningún tipo de control entre excéntricos millonarios extranjeros y corporaciones multinacionales con el aval del Estado y de la Justicia. El magnate Joe Lewis, dueño y señor de todas las tierras que rodean el Lago Escondido y anfitrión de la visita al sur que hicieron juntos Obama y Macri el año pasado, es uno de ellos. También forman parte de este selecto grupo el creador de la CNN Ted Turner, los Suchard (dueños de Nestlé), el inversionista húngaro George Soros, el actor Sylvester Stallone y, hasta hace pocos años, el hijo de uno de los fundadores de Pepsico, Ward Lay. Pero quien se lleva todos los premios al terrateniente del siglo es Luciano Benetton que entre 1991 y 1997 acumuló 900.000 hectáreas. Lo que equivale casi cuarenta veces a la superficie de la Ciudad de Buenos Aires.

La feroz cacería de la Gendarmería sobre la comunidad Pu Lof en el departamento de Cushamen en la frontera noroeste de Chubut que terminó con el secuestro y desaparición de Santiago Maldonado hace más de tres semanas sin ningún tipo de respuesta estatal, se produjo dentro de las tierras que están hoy bajo el dominio de Benetton.

Aunque en su mayoría hayan sido compradas durante los 90, la entrega y el saqueo de las tierras patagónicas y de sus recursos nacionales por parte de empresas extranjeras viene de larga data, al igual que los reclamos y la lucha del pueblo mapuche por recuperarlas.

Historia de una ocupación

Benetton es el final de una larga cadena de negocios y expoliación de recursos nacionales que comienza en el último cuarto del siglo XIX.

Por aquellos años a pesar de lo que diga el candidato a senador por Cambiemos, Esteban Bullrich, en la Patagonia no hubo una “Conquista al desierto”. Lo que se produjo fue un genocidio a partir de la ocupación militar del territorio más austral del continente con el fin de extender las fronteras del Estado Nacional argentino (y de su mercado de materias primas en el mundo) que estaba en pleno proceso de conformación. A su paso aniquilaron a los habitantes preexistentes o los tomaron prisioneros para convertirlos en mano de obra barata destinados tanto para trabajar en los campos conquistados como en las zonas urbanas en tareas domésticas. Los pocos sobrevivientes fueron desarraigados y dispersos hacia la frontera cordillerana. Entre los pueblos masacrados estaban los mapuches, asentados en una extensa porción del noroeste de la Patagonia. No eran ni chilenos ni argentinos simplemente porque ambos Estados son construcciones históricas posteriores a la vida y desarrollo de estos pueblos Seguir leyendo «La historia del imperio Benetton, el dueño de la Patagonia»

Benetton y el Estado argentino, cómplices de la desaparición de Santiago Maldonado

Ecologistas en Acción

El joven de 28 años apoyaba la protesta en la que la comunidad mapuche reclamaba como propios los terrenos comprados por la marca Benetton en la provincia argentina de Chubut

El grupo Resistencia Ancestral Mapuche había bloqueado una carretera que comunicaba la zona con Chile como medida de presión.

Testigos aseguran que los efectivos de la Gendarmería Nacional Argentina fueron muy violentos.

«Cuando empezó la represión con balas de plomo y balas de goma todos corrimos y cruzamos a nado el río Chubut», denuncia uno de los testigos de la manifestación Ventana nueva. «Lo vimos (a Santiago) aferrado a un árbol, sin cruzar el río. Entonces se escuchó: ’Estás detenido’. Después se escuchó: ’Ya está, ya está’, pero no sabemos si eran palabras de Santiago o de los gendarmes (…) «Luego ya no lo vimos más». Otros testigos aseguraron que el joven argentino había sido rodeado por gendarmes y golpeado. La Gendarmería niega haberle detenido.

La comunidad mapuche reclama el territorio de la Compañía de Tierras del Sud Argentino, propiedad de Benetton desde 1991. Un total de 900.000 hectáreas (una superficie que supera al tamaño de la Comunidad de Madrid) en la Patagonia argentina. Allí la empresa cría casi 100.000 ovejas, que llegan a producir hasta el 10 % de la lana de la marca. Ante esta situación, la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), liderada por Facundo Jones Huala, ocupó una pequeña parte de las tierras de Benetton. La policía ha intentado desalojarlos en varias ocasiones pero hasta ahora no lo ha logrado Seguir leyendo «Benetton y el Estado argentino, cómplices de la desaparición de Santiago Maldonado»

La exportación del Plan Colombia al Triángulo Norte y la Triple Frontera

Álvaro Verzi Rangel

Alainet

El llamado Plan Colombia, supuestamente de combate a las drogas, fue diseñado y dirigido por Estados Unidos, pero financiado por los impuestos colombianos: EEUU invirtió 10 mil millones de dólares, y Colombia 120 mil millones de dólares, y hoy amenaza con ser exportado para dirigir operaciones especiales en otras zonas de la región, con bandera sudamericana.

Los planes de la “inteligencia” estadounidense es que las Fuerzas Armadas colombianas suplanten a las de EEUU en el entrenamiento de Fuerzas de Operaciones Especiales, tanto para operar en México (en el marco de la Iniciativa Mérida), como en Paraguay, Honduras, El Salvador, Barhein, Yemen y en Afganistán y la Triple Frontera del Acuífero Guaraní.

Quizá, también, para ir creando una fuerza multinacional latinoamericana lista para intervenir en países que lleven adelante políticas soberanas, enfrentadas a las de Washington y el club de gobernantes neoliberales piloteados desde la Organización de Estados Americanos (OEA).

Sería la unificación de Plan Colombia, la Iniciativa Mérida y la Iniciativa para la Seguridad Regional de Centroamérica, ya mostrado en los documentos del Comando Sur de EEUU «Plan 2018», y el «Operation Freedom II». No hay quiebres entre las administraciones de Obama y Trump: por encima de ellos, el poder fáctico lo comparten el Pentágono y el complejo industrial militar, que pueden garantizar a las corporaciones trasnacionales el acceso a los recursos de la región.

¿Qué es realmente?

El Plan Colombia le ha permitido a Estados Unidos arraigar su intervencionismo político, económico y militar en América Latina Seguir leyendo «La exportación del Plan Colombia al Triángulo Norte y la Triple Frontera»

Los diez gigantes de la banca que dirigen a su gusto el sistema financiero

Diego Herranz

Público

Sede del HSBC Bank en Londres. REUTERS/Kevin Coombs

Las entidades bancarias están en la cotidianidad de casi cualquier ciudadano del planeta. Son los grandes intermediarios del sistema financiero global. Pero también, como se ha comprobado en fechas recientes, fuentes de riesgos sistémicos y propiciadores de profundas crisis. Tras el tsunami de 2008, los bancos chinos se han convertido en los líderes mundiales. Por volumen de activos.

La lista Forbes es ilustrativa. Gana la banca china. La economía más dinámica del mundo, que registra en la actualidad un ritmo casi tres veces superior al del PIB más voluminoso del planeta, se ha hecho con la hegemonía bancaria. Al menos, en dimensión y tamaño.

Estos son, por orden decreciente, las diez mayores instituciones bancarias:

  1. Credit Agricole

El gigante bancario francés fue fundado en 1894 y tiene su cuartel general en la ciudad gala de Montrouge. En sus balances tiene registrados activos por valor de 1,91 billones de dólares. Credit Agricole aparece en otra lista Forbes, la de compañías más sostenibles, dentro de su top-20.

  1. Bank of America

La institución estadounidense, una de las más damnificadas por las indemnizaciones propiciadas por las irregularidades de las hipotecas subprime tiene un valor de 2,15 billones de dólares en activos. Ofrece tanto servicios de banca comercial, con casi 5.000 sucursales, como banca de negocios y de inversiones.

  1. Mitsubishi UFJ Financial Group

La segunda compañía de Japón tiene un valor de 2,46 billones de dólares. La firma se constituyó en octubre de 2005 mediante la fusión empresarial entre el banco afincado en Tokio, Mitsubishi Tokyo Financial Group y UFJ Holdings, con sede en Osaka Seguir leyendo «Los diez gigantes de la banca que dirigen a su gusto el sistema financiero»

¡Marichi weu! El pueblo mapuche de pie frente al Gobierno

Darío Aranda

La Izquierda Diario

 ¡Marichi weu! ¡Marichi weu! ¡Marichi weu!  (grito de lucha y esperanza que significa “diez veces venceremos”).

Cientos de comunidades mapuches de tres provincias repudiaron el accionar represivo del Gobierno y exigieron la aparición con vida de Santiago Maldonado. El genocidio de los pueblos indígenas y la disputa actual por los territorios.

“Puelmapu” es el nombre que el pueblo mapuche le a su territorio, al este de la Cordillera de los Andes, desde antes de la conformación de los Estados de Argentina y Chile. En tan amplio espacio no existe una sola organización que reúna a las cientos de comunidades mapuches, que tienen las más diversas posturas políticas, ideológicas y formas de construcción organizativa.

Ante tanta diversidad, sólo el macrismo pudo unir a todas las comunidades en el unánime rechazo a la política represiva y “racista” del Gobierno nacional, personificado en la ministra Patricia Bullrich. Organizaciones de Chubut, Río Negro y Neuquén repudiaron la violencia contra las comunidades, pidieron la renuncia de Bullrich y exigieron la aparición con vida de Santiago Maldonado.

Antecedentes

Agosto de 2016. Un informe interno del Ministerio de Seguridad acusa a los pueblos originarios de la Patagonia de delitos federales y los responsabiliza de hechos delictivos (sin aportar pruebas). “Revalorización de la ley. Problemática en territorio mapuche”, es el nombre del documento oficial, publicado por Horacio Verbitsky Página/12. Reconoce que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realiza “tareas de investigación” ilegales y replica el discurso de las empresas petroleras al definir como “usurpación” a las acciones de resistencia de las comunidades de Neuquén en zona de Vaca Muerta.

En noviembre pasado, un centenar de organizaciones de pueblos originarios, Amnistía Internacional, el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH) -entre otras entidades- emitieron un comunicado para alertar sobre la “estigmatización y persecución al pueblo mapuche”. El texto, titulado “La lucha indígena no es delito”, apuntó al Gobierno nacional: “El Ministerio de Seguridad coloca a las reivindicaciones territoriales mapuches como amenazas para la seguridad social (…) El Estado privilegia los intereses de las petroleras y criminaliza al pueblo mapuche” Seguir leyendo «¡Marichi weu! El pueblo mapuche de pie frente al Gobierno»

Fidel y la cultura

Antonio Rodríguez Salvador

La Jiribilla

“Al pueblo no le vamos a decir cree; le vamos a decir lee”

“…En 1991, producto del derrumbe de la Unión Soviética y el Campo Socialista, así como por el recrudecimiento del bloqueo comercial y financiero impuesto a Cuba por los Estados Unidos, el país se adentró en una larga y profunda crisis económica en la que el PIB se contrajo un 35 %. Particularmente severas fueron las carencias alimentarias y de portadores energéticos, al extremo de que se sufrieron apagones de entre 16 y 20 horas diarias. Otra vez el momento histórico hubiera aconsejado realizar reducciones en los presupuestos destinados a la cultura. ¡Si no había qué comer ni cómo cocinar, cómo íbamos a gastar nuestros muy limitados recursos en acciones culturales! … Entonces Fidel, evocando a Martí, alza su voz para recordarnos que trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras. Lo primero a salvar es la cultura, porque “la cultura es espada y escudo de la nación”. Ninguna institución cultural fue cerrada, ningún evento dejó de realizarse, porque “ser culto es la única manera de ser libre”; y sin identidad, no hay libertad posible…”

Del genio de Fidel extrañaremos bastante; quizá más que nada su especial sentido del momento histórico; esa extraordinaria capacidad de penetrar la esencia de las cosas, para emprender acciones de éxito donde otros las pospondrían escudándose en una supuesta falta de “condiciones objetivas”. Por ejemplo, ¿qué habría hecho por la cultura el común de los mortales, de haber dirigido un país como Cuba, en medio de la convulsa circunstancia de aquellos primeros años de la Revolución? Si nos atenemos a la conocida máxima del filósofo español José Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia”, esa particular coyuntura histórica probablemente hubiese polarizado las acciones del líder —siempre que este no fuera Fidel— hacia aspectos muy alejados de la promoción cultural.

Repasemos los contextos, y veamos si aconsejaban otra cosa que no fuese dedicar el máximo esfuerzo al fusil y la trinchera. Solo entre 1959 y 1960, mediante aviones procedentes de los Estados Unidos, la contrarrevolución realizó más de 50 bombardeos con explosivos o fósforo vivo, a centrales azucareros o áreas urbanas. El más alevoso crimen de aquella época se registró en marzo 1960, cuando fue volado el vapor francés La Coubre: hecho que segó la vida a 101 trabajadores cubanos. Según documentos desclasificados, el gobierno de Dwight Eisenhower puso en manos de la subversión interna armamentos y explosivos que, en los seis meses anteriores a la invasión de Girón, provocaron 110 atentados dinamiteros, la detonación de 200 bombas, 950 incendios y seis descarrilamientos de trenes Seguir leyendo «Fidel y la cultura»

Hemeroteca: Sacco y Vanzetti. Por Howard Zinn

Howard Zinn

La Jornada

“… Debe haber buenas razones para que un caso de 90 años de antiguedad, levante tantas emociones. Sugiero que esto ocurre porque hablar de Sacco y Vanzetti inevitablemente remueve asuntos que nos perturban hoy: nuestro sistema de justicia, la relación entre la guerra y las libertades civiles, y lo más preocupante de todo: las ideas del anarquismo: la obliteración de las fronteras nacionales y como tal de la guerra, la eliminación de la pobreza y la creación de una democracia plena. El caso de Sacco y Vanzetti revela, en los más descarnados términos, que las nobles palabras inscritas en los frontispicios de nuestras cortes “igualdad de justicia ante la ley”, siempre han sido una mentira. Esos dos hombres, el vendedor de pescado y el zapatero, no lograron obtener justicia en el sistema estadunidense, porque la justicia no se imparte igual para el pobre que para el rico, para el oriundo que para el nacido en otros países, para el ortodoxo que para el radical, para el blanco o la persona de color. Y aunque la injusticia se juegue hoy de maneras más sutiles y de modos más intrincados que en las crudas circunstancias que rodearon el caso de Sacco y Vanzetti, su esencia permanece…”

Cincuenta años después de la ejecución de los inmigrantes italianos Sacco y Vanzetti, el gobernador Dukakis de Massachusetts instauró un panel para juzgar la justicia de dicho proceso, y la conclusión fue que a ninguno de estos dos hombres se les siguió un proceso justo. Esto levantó en Boston una tormenta menor. John M. Cabot, embajador estadunidense retirado, envió una carta donde declaraba su “gran indignación” y apuntaba que la sentencia de muerte fue ratificada por el gobernador Fuller luego que “tres de los más distinguidos y respetados ciudadanos hicieran una revisión especial del caso: el presidente Lowell, de Harvard; el presidente Stratton, del MIT, y el juez retirado Grant”.

Esos tres “distinguidos y respetados ciudadanos” fueron vistos de modo muy distinto por Heywood Broun, quien en su columna de New York World escribió inmediatamente después que los invitados distinguidos del gobernador rindieran su informe. Y decía: “No cualquier prisionero tiene a un presidente de Harvard University que le prenda el interruptor de corriente… si esto es un linchamiento, por lo menos el vendedor de pescado y su amigo el obrero podrán sentirse ungidos en el alma pues morirán a manos de hombres con trajes de etiqueta y togas académicas”. Heywood Broun, uno de los más distinguidos periodistas del siglo XX, no duró mucho como columnista de New York World.

En el 50 aniversario de la ejecución, el New York Times informó que “los planes del alcalde Beame de proclamar el martes siguiente como el ‘día de Sacco y Vanzetti’ fueron cancelados en un esfuerzo por evitar controversias, dijo un vocero de la municipalidad ayer” Seguir leyendo «Hemeroteca: Sacco y Vanzetti. Por Howard Zinn»

El retorno de lo reprimido (Descargar Texto)

Wolfgang Streeck

New Left Review 104

El neoliberalismo llegó con la globalización, o bien la glo­balización llegó con el neoliberalismo; así comenzó la Gran Regresión.

En la década de 1970, el capital de las naciones industriales reconstruidas empezó a salir de la servidumbre nacional en la que se había visto obligado a pasar las primeras décadas posteriores a 1945. Había llegado el momento de despedirse de los mer­cados laborales ajustados, el estancamiento de la productividad, la caída de los beneficios y las exigencias cada vez más ambiciosas de los sindicatos bajo un capitalismo maduro administrado por el Estado. El camino hacia el futuro, hacia una nueva expansión como anhela siempre el capital, con­ducía al exterior, al mundo todavía agradablemente desregulado de una economía global sin fronteras en la que los mercados ya no estarían ence­rrados en los Estados-nación, sino los Estados-nación en los mercados.

El vuelco neoliberal fue presidido por una nueva diosa conocida como tina (There Is No Alternative). La larga lista de sus sumos sacerdotes y sacerdotisas se extiende desde Margaret Thatcher hasta Angela Merkel pasando por Tony Blair. Quien quisiera servir a tina junto al coro solemne de los economistas unidos del mundo, tenía que reconocer como inevitable y beneficiosa la evasión del capital de sus jaulas nacionales y comprometerse a ayudar a eliminar todos los obstáculos en su camino. Las prácticas paganas como el control de los movimientos de capital, las ayudas estatales y otras políticas similares debían ser localizadas y erra­dicadas; a nadie se le debía permitir escapar de la «competencia global» y volver a caer en el confortable cojín de las protecciones nacionales de cualquier tipo. Los acuerdos de libre comercio debían abrir mercados y protegerlos de la injerencia estatal, la gobernanza mundial debía reem­plazar a los gobiernos nacionales, la protección contra la mercantilización debía ser sustituida por la mercantilización facilitadora, y el Estado del bienestar debía dar paso al Estado de competencia de una nueva era de racionalización capitalista (…)

http://newleftreview.es/

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Wolfgang Streeck: El retorno de lo reprimido