
CLACSO https://www.clacso.org.ar/
Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires. octubre. 2007.
ISBN: 978-987-1183-78-4.
Descriptores Tematicos: Nuevo Orden Economico Internacional, Economia Politica, Relaciones Economicas Internacionales, Cooperacion Sur-Sur, Globalizacion, Desarrollo Economico y Social, America Latina, Argentina, Brasil, China
INDICE
- Prólogo
- Introducción
- Parte I. Circuitos imperiales: finanzas, energía y poder y su impacto en América Latina
- Circuito monetario y actores del orden económico internacional
- Energía y poder: precios del petróleo
- Argentina y América Latina, organizaciones económicas multilaterales y gobernabilidad. La economía política por otros medios
- China y América Latina: auge y caída del Consenso de Beijing y el Consenso de Washington
- Parte II Inserción financiera y exclusión social
- Metas de inflación, desempeño económico y distribución del ingreso
- Regímenes cambiarios e integración
- Gobierno corporativo e inversionistas institucionales
- Inversión extranjera directa y de cartera en América Latina: la carrera financiera a fondo
- Mercados de capital emergentes y desarrollo e integración
- Globalización financiera y exclusión social
- Parte III Globalización e inserción internacional de Argentina
- Estrategia para la inserción financiera internacional de Argentina en el marco del Plan Fénix
- Deuda externa y soberanía: análisis y lecciones de la reciente reestructuración argentina
- Argentina frente a la viabilidad institucional del Mercosur
- Parte IV Agenda, perspectivas y escenarios de la cooperación Sur-Sur
- Elementos a considerar para una agenda de investigación económica en América Latina
- Democracia y participación política de las mujeres en el proceso de integración social
- Economía del cuidado, equidad de género y nuevo orden económico internacional
- Economía solidaria y autogestión en Brasil: síntesis de una investigación
- Globalización, empresas transnacionales y desarrollo en América Latina
- IBSA: una opción de cooperación Sur-Sur
Prólogo
Aldo Ferrer*
(Fragmento)
Este libro se ocupa de un tema fundamental para América Latina:
el comportamiento del sistema internacional que encuadra el desarrollo económico y social de nuestros países. Cuenta con importantes contribuciones sobre diversos aspectos de la realidad planetaria, que ahora llamamos globalización, y una excelente introducción y resumen que realizaron sus coordinadoras, Alicia Girón y Eugenia Correa. Su publicación constituye un aporte significativo al tratamiento de las materias que aborda.
Una obra de semejante alcance motiva las propias reflexiones sobre las mismas cuestiones y vuelve a plantear un viejo dilema; a saber, el contrapunto entre el contexto externo y las realidades internas como determinante del curso de los acontecimientos, del subdesarrollo o el progreso, de la subordinación o la capacidad de decidir el propio destino en el orden global. En definitiva, debe explicarse por qué, frente al mismo escenario internacional en el pasado y en la actualidad, algunos países inicialmente rezagados fueron capaces de pasar al frente y otros no.
En efecto, en la experiencia contemporánea, determinados países asiáticos como Corea, Taiwán y Malasia han logrado surgir no sólo del subdesarrollo, sino incluso de la condición colonial, hasta convertirse en naciones industriales emergentes. En cambio, los países de América Latina, que conquistaron su independencia hace dos siglos, no se han zafado todavía del subdesarrollo y la dependencia.
Los países exitosos no prosperaron porque consiguieron cambiar su contexto externo, lo cual es imposible dada la insignificancia de su poder relativo, sino porque transformaron su relación con el resto del mundo a partir de su propia transformación interna. Este es, también, el dilema de América Latina. Por razonables y oportunas que sean nuestras reflexiones respecto de la necesidad de crear un nuevo orden mundial más equitativo, nuestra capacidad de impulsarlo es vecina a cero.
En cambio podríamos, desde adentro, construir una inserción internacional compatible con nuestro desarrollo. Dicho de otro modo, somos impotentes para cambiar el mundo, pero decisivos para determinar cómo estamos en él.
Es preciso, entonces, observar simultáneamente el escenario mundial y las realidades nacionales que determinan buenas o malas respuestas a los desafíos que plantea la globalización. También resulta oportuno partir de algunos consensos básicos sobre dos cuestiones fundamentales; a saber, la globalización y el desarrollo, y las relaciones entre ambos. Detengámonos brevemente sobre estos temas.
La globalizaciòn
Constituye un sistema de redes en las cuales se organizan el comercio, las inversiones de las corporaciones transnacionales, las corrientes financieras, el movimiento de personas y la circulación de información que vincula a las diversas civilizaciones. Asimismo, es el espacio del ejercicio del poder dentro del cual las potencias dominantes establecen, en cada período histórico, las reglas del juego que articulan el sistema global. Uno de los principales mecanismos de la dominación radica en la construcción de teorías y visiones que son presentadas como criterios de validez universal pero que, en realidad, son funcionales a los intereses de los países centrales.
Las redes de la globalización abarcan actividades que trasponen las fronteras nacionales. Su peso relativo en el conjunto de la economía mundial ha crecido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, las actividades que se desarrollan dentro de cada espacio nacional constituyen la inmensa mayoría de la actividad económica y social.
Las exportaciones representan el 20% del producto mundial, del cual el 80% se destina a los mercados internos. Las filiales de empresas transnacionales generan alrededor del 10% del producto y de la acumulación de capital fijo en el mundo, lo que indica que el 90% del producto se realiza por empresas locales y otro tanto de las inversiones se financia con el ahorro interno. Las personas que residen fuera de sus países de origen representan el 3% de la población mundial, vale decir que el 97% de los seres humanos habitan en los países en los que nacieron.
En el plano real de los recursos, la producción, la inversión y el empleo, el espacio interno tiene un peso decisivo. Sin embargo, en la esfera virtual de las corrientes financieras y la información, la dimensión global es dominante y contribuye a generar la imagen de que se habita en una aldea global, sin fronteras. Según ella, los acontecimientos estarían determinados por el impacto de las nuevas tecnologías y, por lo tanto, por fuerzas ingobernables e incorregibles por la acción pública o de organizaciones de la sociedad civil. Una de las expresiones de esta postura es la teoría de las expectativas racionales, según la cual los actores económicos anticipan e inhiben las decisiones del Estado que pretenden interferir en el funcionamiento natural de los mercados.
Esta imagen fundamentalista de la globalización es funcional a los intereses de los países y los actores económicos que ejercen posiciones dominantes en el orden global. En realidad, la aparente ingobernabilidad de las fuerzas operantes en el seno de la globalización no obedece a fenómenos supuestamente indominables sino a la desregulación de los mercados, que es una expresión transitoria del comportamiento del sistema mundial(…)