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Los cancilleres que participan en la XXXIX Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) alcanzaron un acuerdo para derogar de forma consensuada la expulsión de Cuba, aprobada en 1962. El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Fander Falconí, informó que «la resolución no involucra ningún tipo de condicionamiento».
«Que la Resolución VI adoptada el 31 de enero de 1962 en la octava reunión de consulta de ministros de Relaciones Exteriores, mediante la cual se excluyó al gobierno de Cuba (…) queda sin efecto en la Organización de Estados Americanos», dice la resolución leída por la canciller de Honduras y presidenta de la asamblea, Patricia Rodas.
«Que la participación de Cuba en la Organización de Estados Americanos será resultado de un proceso iniciado a solicitud del gobierno de Cuba», dice el segundo artículo del texto, que le entrega la iniciativa a Cuba para materializar su reincorporación.
Luego de que Rodas leyera el primer artículo de la resolución, los delegados aplaudieron en señal de aprobación unánime.
Fidel: «Cuba ha sido y será intransigente en la defensa de sus principios»
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El ex presidente cubano Fidel Castro advirtió que la isla seguirá siendo «intransigente en la defensa de sus principios», en respuesta a los condicionamientos presentados por EEUU para admitir su reincorporación a la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Cuba no es enemiga de la paz, ni reacia al intercambio o la cooperación entre países de diferentes sistemas políticos, pero ha sido y será intransigente en la defensa de sus principios», escribió el líder caribeño en un artículo publicado hoy en la prensa.
Tanto Fidel como Raúl Castro, actual presidente de la isla, siempre han rechazado el regreso de Cuba a la OEA.
En otro artículo publicado ayer Castro calificó de «humillante y prepotente advertencia» las condiciones impuestas por Estados Unidos a Cuba de cambios sobre derechos humanos y movimientos hacia la democracia para reabrir las negociaciones sobre migración.
Respecto de la Asamblea General de la OEA, que sesiona en Honduras, el ex presidente cubano alabó la «batalla» que «es sin duda dura» librada allí por Venezuela, Honduras, Nicaragua y Paraguay, actitud que califica como «proeza de los más rebeldes».
El presidente venezolano, Hugo Chávez, instó a su canciller, Nicolás Maduro, a «mantener firmemente que no puede admitirse resolución alguna que condicione la derogación de la injusta sanción contra Cuba. Nunca se vio tanta rebeldía», escribe Castro. Afirmó que «muchos países dependen del dedo índice de una mano del Gobierno de Estados Unidos apuntando al Fondo Monetario, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo o cualquier otra dirección para castigar rebeldías».
A su juicio, el discurso pronunciado por el presidente hondureño, Manuel Zelaya, «contiene principios que pueden pasar a la historia».
El 2 de junio de 2009, dijo Fidel, «será recordado por las futuras generaciones».
Castro acusa a la OEA de haber sido «cómplice de todos los crímenes cometidos contra Cuba».
«Es ingenuo creer -añadió- que las buenas intenciones de un presidente de Estados Unidos justifique la existencia de esa institución que abrió las puertas al caballo de Troya que apoyó las Cumbres de las Américas, el neoliberalismo, el narcotráfico, las bases militares y las crisis económicas».