La trama del neoliberalismo – Mercado, crisis y exclusión social (Descargar Libro)

La Trama del neoliberalismo

Emir Sader y Pablo Gentili(comps.)

Perry Anderson, Robin Balckburn, Atilio Boron, Michael Löwy, Pierre Salama, Göran Therborn

ISBN 950-23-0995-2

Buenos Aires: CLACSOhttp://www.clacso.org.ar/

2003, 2da. ed.

 

Indice

  • Atilio A. Boron
  • Prefacio a la segunda edición en lengua castellana
  • Presentación a la edición en lengua castellana
  • Pablo Gonález Casanova
  • Prólogo:La trama del neoliberslismo: una introducción
  • Capítulo I Perry Anderson
  • Neoliberalismo: un balance provisorio
  • Capítulo II Göran Therborn
  • La crisis y el futuro del capitalismo
  • Capítulo III Atilio A. Boron
  • La sociedad civil después del diluvio neoliberal
  • Capítulo IV Perry Anderson, Atilio Boron, Emir Sader, Pierre Salama y Göran Therborn
  • La trama del neoliberalismo: Mercado, crisis y exclusión social
  • Capítulo V
  • Pos-Neoliberalismo
  • Göran Therborn
  • La historia no terminó
  • Atilio A. Boron
  • El pos-neoliberalismo: un proyecto en contrucción
  • Perry Anderson
  • Más allá del neoliberalismo: lecciones para la izquierda
  • Capítulo VI
  • Robin Blackburn, Atilio Boron, Michael Löwy, Emir Sader y Göran Therborn
  • Estado, democracia y alternativa socialista en la era neoliberal
  • (diálogo coordinado por Luis Fernandes, Pablo Gentili y Emir Sader)
  • Referencias de los autores y compiladores

(Fragmento)

Para el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales es una gran satisfacción poder poner nuevamente a disposición de los lectores esta nueva edición de La Trama del Neoliberalismo en lengua castellana. Este libro, que gozara de amplísima difusión en su versión en lengua portuguesa publicada en Brasil y que también circulara profusamente entre nosotros, se encontraba agotado desde hacía un tiempo en nuestro idioma. Razones de diverso orden, ahora felizmente superadas, habían demorado la pronta reedición de un libro que ofrece una de las más interesantes discusiones en torno a la problemática del neoliberalismo, analizada desde sus más diversos ángulos. Su actualidad e importancia están fuera de duda, como el paso del tiempo se encargó de ratificar y una lectura atenta de sus páginas volvería a confirmar. Pero desde su primera edición se produjeron algunas novedades que, pese a corroborar las principales previsiones formuladas en el libro, modifican algunas de las condiciones bajo las cuales se produce el despliegue de las contradicciones que signan a la época del neoliberalismo. En las páginas que siguen pasaremos revista a las transformaciones más relevantes ocurridas en estos últimos años.

Sobre el curso declinante del neoliberalismo

En primer lugar, se confirmaron los pronósticos que en el libro se formulaban -no de manera unánime, por cierto- acerca del curso descendente que experimentaría la oleada neoliberal que se abatió con singular fuerza en nuestro continente desde mediados de los años ochenta del siglo pasado. Sería tan absurdo sostener que hoy el neoliberalismo se encuentra en retirada como afirmar que su ascendiente sobre la sociedad, la cultura, la política y la economía latinoamericanas se ha mantenido incólume con el transcurso de los años. Cualquier análisis de la coyuntura actual, a mediados del 2003, revela que a diferencia de la hermética consistencia que evidenciaban los experimentos neoliberales en los años noventa, lo que se observa en la actualidad es una combinación de consolidación en ciertas áreas, notablemente en la economía, y un debilitamiento relativo en los ámbitos de la cultura y la política. La primera tiene un componente sumamente paradojal, porque si en algo coincide la gran mayoría de los análisis efectuados sobre el neoliberalismo es en el rotundo fracaso que han experimentado sus propuestas económicas. Esto viene a demostrar por enésima vez la importancia de concebir la hegemonía de una alianza de clases como resultado de la constitución de un bloque histórico en el cual, al decir de Antonio Gramsci, se sueldan sólidamente los elementos estructurales y superestructurales, garantizando la primacía de la alianza aún cuando sus fundamentos materiales se encuentren seriamente erosionados. Como decía Galileo, «Eppur si muove!».

Podría esbozarse por lo tanto una analogía heurística entre este prolongado periplo de la decadencia del neoliberalismo y lo acontecido con la crisis de la hegemonía oligárquica en América Latina. En los países más avanzados de esta parte del mundo ésta comienza en el período que transcurre entre la Primera Guerra Mundial y el estallido de la Gran Depresión de 1929. Sin embargo, el sólido entramado de la dominación oligárquica que combinaba la supremacía económica de los sectores agroexportadores (o minero-exportadores, en algunos casos) con una fuerte ascendencia en el terreno cultural e ideológico y un claro predominio en materia política hizo posible la supervivencia de la forma estatal oligárquica aún cuando durante su transcurso, como en el caso argentino, se produjeran importantes modificaciones en el régimen político gracias a la introducción del sufragio universal. De este modo, el deterioro de los fundamentos materiales de la hegemonía oligárquica no desencadenó su inmediato colapso, sino que puso en juego una serie de mecanismos que postergaron por décadas su ocaso definitivo, exactamente hasta la irrupción de los regímenes populistas. Análogamente podría plantearse como hipótesis que la progresiva bancarrota de las condiciones económicas de base que hicieron posible el auge del neoliberalismo no se ha traducido en una inmediata defenestración de su hegemonía debido al papel estabilizador que cumplen los componentes ideológicos y políticos en la conservación de su primacía. Se ha abierto así un período, cuya duración puede ser más o menos larga según los casos, en el cual su lenta agonía le permite por ahora seguir prevaleciendo por un tiempo, postergando la aparición de una fórmula económico-política que lo sustituya.

Este carácter «desigual y combinado» de la decadencia del neoliberalismo en América Latina exige por lo tanto contar con instrumentos analíticos cada vez más refinados, algunos de los cuales, estamos seguros, el lector encontrará en este libro. En efecto, es preciso desentrañar las raíces del férreo predominio que el neoliberalismo ha sabido mantener en el crucial terreno de la economía a pesar de su pobre performance en materia de crecimiento, desarrollo y autodeterminación nacional. Si al momento de aparecer la primera edición de este trabajo el neoliberalismo era una fórmula política ganadora, como lo probaron taxativamente las victorias electorales de Carlos S. Menem y Alberto Fujimori, entre otros, al promediar la década de los noventa, a la vuelta del siglo aquél había perdido su glamour político y las elecciones comenzaron a ser ganadas por candidatos que prometían un decidido cambio de rumbo. El caso de la Alianza en la Argentina en 1999, y posteriormente los triunfos electorales de Lucio Gutiérrez en Ecuador y Luiz Inacio «Lula» da Silva en Brasil, unidos al excepcional desempeño de Evo Morales en Bolivia y del Frente Amplio en el Uruguay y la seguidilla de victorias cosechada por Hugo Chávez en Venezuela, son síntomas bien elocuentes del cambio experimentado por la ciudadanía en los países de la América Latina. En la base de tantas derrotas se encuentra el fracaso de la fórmula económica canonizada en el Consenso de Washington (…) 

Descarga libro: La Trama del neoliberalismo – Mercado, crisis y exclusión social

 

 

 

GM se declara hoy en bancarrota, el gobierno controlará más de dos tercios de la compañía

Afp, Reuters y Dpa

General Motors

General Motors (GM) y el gobierno de Estados Unidos finalizaron este domingo planes para que la golpeada automotriz se reorganice, ya que la mayoría de los tenedores de bonos ayudaron a despejar el camino para presentar la bancarrota de la automotriz el lunes, antes de que abran los mercados financieros. La quiebra será presentada en la Corte de Bancarrota de Estados Unidos en Manhattan, misma que ha supervisado la rápida quiebra de Chrysler, financiada por el gobierno, dijo una de las fuentes.

Hoy será histórico para la empresa: marcará el final de la antigua General Motors y el comienzo de una nueva, declaró el gobierno en un comunicado.

Se espera que el presidente Obama discuta el lunes en forma pública los próximos pasos de GM y que anuncie su apoyo al proceso de insolvencia, en un discurso televisado, según The New York Times. Mientras, el gobierno se prepara para asumir el control de más de dos tercios de la compañía en intercambio por decenas de miles de millones de dólares de ayuda.

Barack Obama expuso que una liquidación y la bancarrota habían sido la única opción ante la ausencia de una participación mayoritaria estadunidense en la atribulada GM, y que esperaba que el gobierno fuera dueño de menos de 72 por ciento de la automotriz. La quiebra de GM será la tercera bancarrota más grande en la historia de Estados Unidos y la mayor y más compleja en los anales de la industria.

El presidente de la compañía, Fritz Henderson, ofrecerá mañana una conferencia de prensa en Nueva York, en la que se espera que anuncie la declaratoria de insolvencia del principal fabricante de automóviles estadunidense.

GM ha estado perdiendo participación en el sector desde comienzos de la década de 1980, cuando tenía 45 por ciento del mercado estadunidense. La automotriz se vio afectada por su dependencia a un lineamiento dominado por camiones y por una profunda caída en la demanda, mientras los créditos se estrechaban en 2008.

Desde la semana pasada GM ha estado apurándose en completar una serie de acuerdos de último momento que intentan acelerar el proceso de quiebra, que la verían emerger con un mayor porcentaje de propiedad del gobierno estadunidense.

Aquellos acuerdos incluyen un nuevo contrato para el sindicato United Auto Workers y un pacto para salvar del colapso a la automotriz Opel (unidad de GM), tras negociaciones mediadas por el gobierno alemán.

La automotriz debía un total de 27 mil millones de dólares a los acreedores, que a cambio de su renuncia obtendrán 10 por ciento en el nuevo grupo, con la posibilidad de incrementarlo luego a hasta 25 por ciento.

Cuando haya concluido el proceso de reorganización, se espera que GM tenga 35 mil empleados menos, con un total de 200 mil, la mitad de hace una década. GM ha perdido 88 mil millones de dólares desde 2005.

Apoyo a inversionistas

Los tenedores de bonos han sido una de las últimas piezas en caer en medio del complicado entramado de la bancarrota de GM, dirigido por un grupo de trabajo designado por la Casa Blanca y encabezado por el ex agente financiero Steve Rattner.

Los inversionistas que representan cerca de 54 por ciento de los 27 mil 200 millones de dólares en bonos de General Motors expresaron su apoyo a un canje mediado por el Tesoro estadunidense, que podría ayudar a acelerar el proceso de quiebra de la automotriz.

Elliot Sloane, portavoz de una comisión ad hoc de aproximadamente una decena de grandes tenedores de bonos de GM, indicó que inversionistas que representan cerca de 19 por ciento de los papeles de la automotriz renovaron su apoyo a la propuesta de canje de deuda antes del plazo final del sábado.

1/6/09

 

 

Clarín y Techint, chirin chín chín

Víctor Ego Ducrot

APMercosur

Una vez más, quedó expuesto el contubernio que existe entre la corporación mediática y los sectores más concentrados de la economía. Dios los cría y el viento los amontona. Un caso argentino. El Grupo Clarín y el Grupo Techint con lazos y objetivos comunes.

En medio de la polémica desatada luego de que Hugo Chávez estatizara tres firmas siderúrgicas en las que participaba el Grupo Techint, los diarios Clarín y La Nación editaron la información en sintonía con la mirada de la empresa sobre el conflicto. Sin embargo, ninguno de los dos matutinos les cedió a sus lectores datos de contexto sobre la relación entre ambas empresas periodísticas y el grupo que comanda Paolo Rocca. Clarín y Techint son socios en la firma Impripost Tecnologías S.A. (con el 50 por ciento cada uno), que se dedica a «soluciones para el manejo de documentos e información».

Por el lado de La Nación, la revista Apertura, en mayo de 2004, presentó una entrevista al presidente de ese diario, Julio Saguier. En la nota, la revista afirmó que Paolo Rocca fue uno de los «angels» (benefactores) que ayudaron a La Nación a reestructurar su deuda, con un «pago cash» efectuado a título personal. Aquella nota, firmada por el periodista Gustavo Sencio llevó cómo título «La Nación después del default» y señaló que Rocca, Carlos Miguens (Grupo Bemberg) y Stephan Schmidheiny (un millonario suizo filántropo) fueron los apoyos fundamentales para la reestructuración de la deuda del diario. Al menos hasta ayer, ninguno de los dos diarios les informó a sus lectores sobre el entramado de relaciones que las empresas mantienen con el Grupo Techint. ¿Lo harán? Seguir leyendo «Clarín y Techint, chirin chín chín»

Vuelco en El Salvador

Editorial de La Jornada

 

La toma de posesión de Mauricio Funes como nuevo presidente de El Salvador, que ha de realizarse hoy en la capital de ese país centroamericano, el más pequeño de América Latina, es un momento histórico, cargado de significación para los propios salvadoreños y para toda la región. Es también un punto cargado de factores de esperanza, pero también de incertidumbre.

El relevo presidencial no sólo implica el fin de 17 años de gobiernos oligárquicos y derechistas legitimados por las reglas democráticas que se fijaron tras la firma de los Acuerdos de Paz de Chapultepec, en 1992, signados por el régimen salvadoreño y por los dirigentes de las organizaciones guerrilleras agrupadas en el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), sigla que se convirtió en el partido político y que, con Funes como abanderado, ganó los comicios del pasado 15 de marzo. Es, por añadidura, la confirmación de que la insurgencia popular salvadoreña realizó la apuesta correcta en el momento en que decidió dejar las armas a condición de que el grupo en el poder acatara el juego democrático.

Seguir leyendo «Vuelco en El Salvador»