
De pronto, llegó la compañía bananera perseguida por «la hojarasca»(era una hojarasca revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos: rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil.) La hojarasca era implacable, contaminando todo de su revuelto olor multitudinario, olor de secreción a flor de piel y de recóndita muerte.
La Hojarasca es la historia del entierro de un hombre, un médico misterioso y odiado, al que sus vecinos quieren dejar insepulto. Al mismo tiempo es la historia del odio acumulado durante veinticinco años en Macondo, un lugar llamado a ser, pocos años después, famoso en el mundo entero.
La historia es narrada a través de los monólogos de tres personajes de una misma familia: un viejo coronel (el abuelo), Isabel (hija del coronel), y el hijo de Isabel.
A través de los ojos del niño, te puedes pasear por los fríos y tristes alrededores de la muerte y del velatorio (la muerte de una persona y su cortejo, la muerte del pueblo y su procesión); los mismos ojos te cuentan el ocaso del pueblo; fundidas sus riquezas y apagado su esplendor por las guerras y las crisis; esas mismas que llenaron las calles y las casas de «una hojarasca formada de desperdicios naturales y humanos».
Libro tomado de: http://aristobulo.psuv.org.ve/